martes, 28 de abril de 2015 a las 06:44 PM

La Conformación de Territorios Publicos

 

A medida que avanzó la colonización y el territorio fue entregado a diferentes familias para ampliar la frontera con los aborígenes, se creó y consolido el concepto de propiedad privada, que fue utilizado a partir de entonces como base para el desarrollo productivo de la región. De este modo, las tierras tuvieron como único objetivo llevar adelante un sistema de producción para abastecer los mercados locales e internacionales, generar un orden local mediante un sistema de empleo en cabeza de los estancieros y aportar dinero al Estado a través del cobro de impuestos. Con esa idea, pocas tierras fueron mantenidas bajo administración directa del Gobierno como tierras públicas.

En la actualidad el mercado globalizado es el que determina los tipos de producciones que son más rentables. Tal es así que en Corrientes muchas estancias familiares pasaron a mano de empresas forestales o fueron arrendadas a empresas agrícola-ganaderas porque, para ser competitivos, el negocio exige la inversión de equipamiento de alta tecnología y la producción de grandes volúmenes de granos o de rollos.

En simultáneo, el proceso de migración a las grandes urbes, genera en la población una necesidad cada vez más notoria de recreación en contacto con la naturaleza en sus tiempos de descanso. Por lo tanto, los grandes espacios agrestes y rurales son altamente apreciados y representan una oportunidad de ingresos a través del ecoturismo. Estos lugares silvestres propicios como destinos turísticos son hoy escasos y generalmente se ubican en zonas alejadas, donde los suelos son pobres o el clima es adverso, lo que no ha permitido llevar adelante un desarrollo económico competitivo o sostenido. Debido a esta razón, generalmente las tierras se han mantenido fiscales hasta tiempos recientes y han podido declararse como tierras públicas y ampararse bajo la figura de Parques y Reservas, como ocurre con el Parque Provincial Iberá.

La declaración de áreas protegidas en tierras públicas es la mejor estrategia para asegurar que continúen viviendo especies de flora y fauna en peligro y para mantener un paisaje natural para disfrute de todos. Comprar tierras y declararlas Parque de Uso Público es la siguiente opción cuando ya no quedan tierras fiscales. 

Con el tiempo hemos aprendido que son necesarios grandes espacios públicos como parques y reservas para poder mantener algunos muestrarios de lo original, de la diversidad que caracteriza nuestra naturaleza y nuestra cultura. Desde los campos privados es difícil cuidar lo que es de todos, porque un particular o sus familiares no pueden cargar con tamaña responsabilidad en el largo plazo, y porque no existen campos tan grandes que puedan proteger lo que evolucionó por millones de años en ecosistemas continuos sobre vastas regiones.

Serán necesarios varios grandes Parques ubicados en distintos puntos de la Provincia, ya que se estima que al menos debe haber un 20% protegido de cada paisaje para que subsista, con manejo, la gran biodiversidad del Planeta. El área pública de la Reserva Iberá, es decir el Parque Provincial con sus 482.000ha, representa un 5,4% del territorio correntino. CLT, con sus tierras totalmente dedicadas a conservación y que eventualmente serán donadas al Estado, suman con sus 150.000 ha un 1,7% más. Existen otras 80.000 ha de dominio público que podrían sumarse a este Parque para alcanzar un total de 8% de territorio protegido en Corrientes. 

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