Conocer el Iberá
Es de noche, apagamos las luces de la camioneta y bajamos para ver las estrellas que se caen a pedazos de tantas y tan grandes que son. El aire cálido nos envuelve y nos quedamos en silencio, hasta que aparecen las luciérnagas y alguien menciona un haiku de Borges que hace referencia a un momento como este que estamos viviendo.
Volvemos a la camioneta con rumbo a una estancia en las cercanías de Concepción del Yaguareté Corá, pueblo correntino que es uno de los portales de acceso al Parque Provincial Iberá, un área protegida de casi medio millón de hectáreas abierta al turismo y que iremos a recorrer -en parte- mañana.
Naturaleza y Cultura
"La idea es que, además de la naturaleza del Iberá con sus más de 4.000 especies de animales y plantas, el visitante conozca la forma de vida enlos esteros" dice de entrada Rosa, nuestra guía, que además de saber mucho de la zona "por lo libros", es bien baqueana y lo demuestra a cada rato, ayudando a cargar la embarcación y describiendo lo que vamos viendo (una garza mora, un chajá, un jacana). Vamos un buen trecho con el típico sistema de botador (tacuara que quien maneja la canoa hunde en el agua para ir avanzando) hasta que de pronto llega la sorpresa: la canoa comienza a ser tirada por un caballo que a veces camina y otras simplemente nada por estas aguas llena de vegetación, aves y flores de suave aroma. A pesar de que parece que andamos en trineo, todo transcurre con igual calma y silencio y, poco a poco, vamos entrando al corazón de los esteros.
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Nota publicada por Lorena López en la revista Vida Silvestre.