Los safaris del norte del Iberá
Recorrer los esteros en vehículos altos y abiertos, desde donde observar la fauna a los lados al mejor estilo de los safaris africanos, es posible a lo largo de los cordones arenosos del norte (Cambyretá, Yaguareté Cora y Yerbalito).
La existencia de angostos caminos aterraplenados permite tomar excelentes fotografías de los ciervos, yacarés, carpinchos, jabirúes y centenas de aves que revolotean, se alimentan, corren o duermen a pocos metros de los vehículos, sin inmutarse. No hace falta subirse a una lancha, ni hacer largas travesías en kayak porque la altura del vehículo y la enorme planicie sin barreras visuales permiten disfrutar de espectáculos difíciles de observar en otros ámbitos. La sensación es la de un vuelo a muy baja altura, con una visión de 360°, donde podremos en un solo instante disfrutar de la inmensidad del estero y de la intimidad de la vida silvestre.
Estos safaris ofrecen como complemento pequeñas caminatas y miradores en puntos estratégicos del monte para observar aquellas especies que se ocultan en el follaje o en algún pozón debajo del agua. También cabalgatas que permiten sentir el terreno acuático y la forma de vida y trabajo en las estancias de la zona.
Al mejor estilo de los safaris de África, el norte del Iberá puede recorrerse en vehículos altos y abiertos que permiten avistar la fauna sin que se altere y huya. Recorrer los esteros en vehículos altos y abiertos, desde donde observar la fauna a los lados al mejor estilo de los safaris africanos, es posible a lo largo de los cordones arenosos del norte (Cambyretá, Yaguareté Cora y Yerbalito).
La existencia de angostos caminos aterraplenados permite tomar excelentes fotografías de los ciervos, yacarés, carpinchos, jabirúes y centenas de aves que revolotean, se alimentan, corren o duermen a pocos metros de los vehículos, sin inmutarse. No hace falta subirse a una lancha, ni hacer largas travesías en kayak porque la altura del vehículo y la enorme planicie sin barreras visuales permiten disfrutar de espectáculos difíciles de observar en otros ámbitos. La sensación es la de un vuelo a muy baja altura, con una visión de 360°, donde podremos en un solo instante disfrutar de la inmensidad del estero y de la intimidad de la vida silvestre.
Estos safaris ofrecen como complemento pequeñas caminatas y miradores en puntos estratégicos del monte para observar aquellas especies que se ocultan en el follaje o en algún pozón debajo del agua. También cabalgatas que permiten sentir el terreno acuático y la forma de vida y trabajo en las estancias de la zona.
Al mejor estilo de los safaris de África, el norte del Iberá puede recorrerse en vehículos altos y abiertos que permiten avistar la fauna sin que se altere y huya.