lunes, 27 de abril de 2015 a las 09:06 AM

Los paisajes del Iberá

Los paisajes del Iberá tienen íntima relación con el paso del río Paraná hace unos cuantos miles de años.

Este enorme río, en su deambular errático por el centro de Corrientes, lentamente fue cavando ese bajo que hoy conocemos como los Esteros del Ibera. Lo hizo más profundamente por la margen este y sur (ya que el agua era contenida por un albardón originado por una falla geológica) y depositó arena a modo de cordones o lomadas, por la margen oeste y norte.

Para imaginar el proceso hay que visualizar el paisaje actual del río Paraná frente a Empedrado y pensar luego en cómo se vería ese lugar sin el agua del río. A continuación habría que imaginar la lluvia cubriendo los bajos, los pastos brotando sobre los bancos de arena y “avanzar la película” unos diez mil años hacia el Iberá de hoy. Cada lomadita,cada pozón profundo, cada barranca, es vivida y coloniza da de una manera diferente, constituyendo la base para un paisaje distinto a pesar del escaso relieve.

A simple vista el paisaje del Iberá no llama la atención porque su aparente chatura no muestra demasiado. Solo a vuelo de pájaro, subiéndose a un árbol o mirando con detenimiento las imágenes satelitales podremos notar que no todo es igual. Hay que enseñarle al ojo a percibir los tonos amarillos, ocres y verdes para distinguir los límites entre los embalsados, esteros, bañados, pajonales, pastizales, carandayzales, yatayzales, selvas en galería, bosques secos y montes húmedos; y los relieves a partir de los patrones de las líneas de costa o espejos de agua. De este modo empezaremos a encontrar los principales paisajes. 

 

 

 

Ésta publicación no admite comentarios

No hay archivos adjuntos