miércoles, 29 de abril de 2015 a las 11:46 AM

Aterrizando en el edén

Otra de las formas de acercarse al Iberá es por aire, que permite tener una visión de gran escala de este bello y complejo ecosistema. 

Los esteros del Iberá tienen esa dimensión suficientemente grande –como la cordillera o el mar– para que la imaginación pueda volar a sus anchas. Y si para acceder tuviéramos la posibilidad de hacerlo sin referencias, tan solo aterrizando desde lo alto, podríamos pensar que estamos en un edén atemporal donde los animales y las plantas nunca salieron del mítico lugar bíblico.

Existen varias pistas cortas ubicadas sobre islas y lomadas arenosas, desde donde se podría dar inicio a los paseos por el interior del Iberá, al igual que ocurre en varios parques nacionales de África. Desde los aeropuertos de Posadas, Corrientes y Mercedes se puede partir con aviones particulares para llegar a Pellegrini (aterrizando en la Estancia Iberá o la vecina Estancia Rincón del Socorro); cerca de San Miguel en el portal San Nicolás; en el Portal Carambola de Concepción cerca del paraje Ñupi o en la Estancia El Tránsito y varios otros lugares que lentamente se irán preparando para prestar los servicios turísticos adecuados. Estando en el interior del estero uno puede optar por acercarse en lancha, caballo o canoa hasta el lodge, refugio o puerto más cercano desde donde acceder con vehículo hasta la localidad más próxima. A futuro, incluso podría pensarse en pernoctar en barcos con pintorescos camarotes como se hace en algunos lugares de Amazonas o Pantanal: la naturaleza, sus ríos y lagunas lo permiten.

 

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